¿Por qué es esencial una educación profunda para mis hijos?

Actualmente vivimos en uno de los periodos más difíciles de la historia de la humanidad y, para superar los obstáculos cotidianos a nivel individual, familiar y social, dependemos en gran medida de nuestra inteligencia emocional.

Y en esta situación, la educación que proporcionamos a nuestros hijos -tanto en casa como en el colegio que elegimos para que asistan- se vuelve aún más crucial. ¿Ha pensado alguna vez cuál sería la tendencia educativa ideal a seguir para ellos?

La educación integral tiene en cuenta todos los elementos que intervienen en la creación de un ser humano. No sólo desarrolla sus capacidades cognitivas, sino que también enseña a los niños a ser miembros moralmente rectos y pacíficos de la sociedad. 

Pensar es crucial, pero no lo es todo

El objetivo de la educación tradicional (formal) es ayudar a los estudiantes a adquirir capacidades analíticas compatibles con el pensamiento lógico y abstracto. Sin embargo, esto sólo contribuye mínimamente al éxito de una persona, ignorando otros elementos esenciales para un mayor crecimiento individual en el grupo. 

Para poder encajar sus experiencias en el entorno social, las personas deben ser responsables de sus propios actos. Cuando una persona no acepta la responsabilidad de sí misma, se produce un desequilibrio personal que da lugar al desarrollo de una personalidad insana e improductiva.

Crecimiento social y emocional 

La educación integral parte del supuesto de que el ser integral es lo suficientemente valioso, valga la redundancia, por lo que se preocupa de que esta persona aprenda lo necesario para entender cómo ajustar su conducta y manejar sus emociones, aumentando su inteligencia emocional, su capacidad de relacionarse con los demás desde una posición de comprensión, tolerancia y creación de ideales para crear conjuntamente un mejor entorno social, y llenando su intelecto de información cognitiva. 

El desarrollo de conductas y la adquisición de habilidades necesarias para interiorizar e incorporar las normas sociales están implícitos en este estilo de educación, el crecimiento de las habilidades sociales y las acciones verbales y no verbales asociadas que permiten la interacción social. Esto significa actuar de forma que nos ayude a respetar los derechos de los demás, proteger los nuestros y comprendernos mutuamente.

Enseñar a las personas a ser personas

Para lograr el autoconocimiento y la capacidad de regular la dinámica social, los alumnos deben adquirir las competencias personales fundamentales. 

¿Cómo puede hacerse esto en un entorno escolar? Animando a las personas a comprometerse y expresar abiertamente sus sentimientos, emociones y experiencias; y ayudándolas a reflexionar y explorar sus propias identidades únicas.

Para adaptarse a las necesidades, intereses, motivaciones y expectativas tanto del alumno como de su entorno social, la educación holística ofrece metodologías de aprendizaje. Cuando diseñamos un aprendizaje significativo, motivamos a los alumnos para que se impliquen activamente en sus asignaturas, fomentando el desarrollo de buenos hábitos de estudio e inculcando la autocrítica en el proceso.

Por último, pero no por ello menos importante, la educación integral tiene en cuenta las características individuales y colectivas tanto de los alumnos como de todos los que les rodean. Esto incluye métodos educativos tan variados como el social, el cultural, el psicológico y el biológico. Es crucial integrar en la educación de nuestros hijos el desarrollo activo de sus habilidades sociales, de sus capacidades de expresión emocional y de gestión de las emociones, en lugar de esperar simplemente que lo entiendan todo sobre la historia de nuestra nación.